me la paso escapando para adelante. en vez de arreglar las cosas (que en este caso, diríamos que sería reconfigurar la cabeza, porque el mundo ya no trato de cambiarlo), sigo para adelante, como buscando un lugar nuevo en el que la configuración nactual todavía sirva.
y por supuesto, mis estados de ánimo recurrentes se encargan de demostrarme que no me sale. Que por más que salga corriendo, los pensamientos vienen conmigo. los tengo pegoteados adentro de la cabeza. trato por todos los medios de soltarlos, y que se vayan cayendo, liberando la mente.
mientras la cáscara pone cara de poker, y mira de reojo a los que lo miran con recelo, interés, curiosidad, asco, miedo, ganas... por dentro, algo se muere lentamente.
mientras camina, mirando incesantemente la absurda lámpara de forma ridícula, pasando por debajo del ovni que amenaza con llevarse a todos los muñecos que a su alrededor se agitan espasmódicamente con cara de aburrimiento, su mente sigue torturándolo con fugaces imágenes de lo que fue y lo que no.
no deja de machacar a preguntas "que hubiera pasado si...?" "donde estará en este moemnto, mintras...?" "sabrá lo que...?" "le importará?" "le importaré?" "se acordará?"
la vida inundada de abismos
gente, gente, gente alrededor. cantidades de personas sin caras, sin importancia. máscaras de un baile de carnaval deformado por el desinterés, como visto a través del lente de una cámara perezosa, que se pierde las mejores partes de la película, y nos devuelve una imagen aburrida y absurda.
esa parte, es lo que llamamos la vida
lo demás, está en la mente
mezclado por
lunes, septiembre 13, 2004 | 6:54 a. m.