a pesar de las discusiones que tanto le habían molestado a él y lo habían alejado.
a pesar de que ella estaba intentando una nueva relación
más allá de todo. de sus vidas, de las diferencias que en el pasado abrieron una abismo entre ellos.
no siempre hacemos lo que deberíamos. porque tantas veces suena tan tentador lo que no se debe...
solo un encuentro. una reunión amistosa, para averiguar si quedaba algo de agresión entre ellos, o podían superar esa etapa.
devoluciones varias, cosas olvidadas, trofeos de guerra que volvieran a su origen.
y el juego de siempre. lo sabemos, lo conocemos tan bien, que no podemos evitar jugarlo...
-no me mires, porque pienso cosas que no debo
-entonces me voy
miradas furtivas, huidizas
y una espalda generosa, invitando a ser abrazada.
abrasada
una mano que quiere despejar una duda
quiere recordar esa espalda
volver a recorrer esos hombros
y, casi por accidente, se derrumba por el pecho
reconoce esa piel familiar
ella decide no mirar. ya no lucha. se abandona a sus deseos
lo deja hacer
dos personas hay en esa cama
dos almas, y una traición compartida
mezclado por
miércoles, marzo 17, 2004 | 7:54 p. m.