hipnotismo de un flagelo dulce... tan dulce...
cuero piel y metal, carmín y charol...
oscura, incandescente intimidad velada
secreto compartido a la luz de las tinieblas
la carne rodando sobre la carne, en un juego de apariencias
las manos danzantes
las miradas esquivas, encontrándose a la vuelta de la materia, del otro lado de la realidad
el calor sobre el calor
ausente de color, los sentidos sólo cobran sentido en mi mente
la realidad sólo importa cuando imagino lo que en realidad pasa
tu cuerpo ya no me es ajeno
ahora, mientras el fuego avernal siega mi mente desde dentro mismo de sus fauces,
sólo una silueta se dibuja entre las cenizas
así, renaceré de mi mismo para abrasarte
así, nos quemaremos por toda la eternidad en un instante infinito
mezclado por
sábado, febrero 14, 2004 | 8:05 p. m.