anoche salí de mi casa para acompañar a un amigo a la parada del bondi.
ya que estaba en la calle, aproveché y me crucé al silver de enfrente de casa para chequear mailes y eso.
mientras chateaba con un par de amig@s y conocid@s, en la máquina junto a la mía se sentó una de esas personas que reclaman atención a los gritos.
no pude evitarlo. tenía un corte de pelo zarpado en extraño. vestida de negro, labios negros, cinturón de tachas, pollera CORTA, y estaba mirando en internet una foto de ella besándose con "su ex novia" (SIC), y chateando con una chica, a la cual re recomendaba tocarse, y después le ofrecía hacerlo ella misma
era MUY llamativa
no pude evitarlo. TENÍA que hacerme su amigo. tenía que hablar con ella. ok, lo reconozco, mientras estaba en la computadora de al lado no fue difícil, pere después de un rato, y tras cambiarse el nick del mazinger por "me duele el alma" y gimotear un poco, se levantó y se fue.
entonces yo, que estaba haciendo esfuerzos inhumanos por sostener una conversación insostenible con alguien que no demostró merecer semejantes esfuerzos, decidí sepultar la charla inconducente e irme.
ya afuera, después de un momento de duda, empecé a caminar hacia donde ME PARECÍA que se había ido.
al cabo de dos cuadras y pico la alcancé
- hola
- hola
- te gusta la cerveza?
- no
- querés hablar?
- podemos caminar
- ok, caminemos
no voy a entrar en detalles. sólo diré que me relató una historia de vida tendiente a lo tenebroso, incluyendo abusos sexuales, huidas de casas, adopciones, internaciones en institutos de menores...
tomamos un café, y mientras me demostraba que el lunar del labio si era verdadero (aunque estaba remarcado), me proponía toda clase de variedades sexuales, aparentemente sólo por mero placer, o tal vez para tratar de intimidarme (creo que no notó que por un segundo lo logró).
después del café, me invitó a acompañarla a requiem, donde iba a bailar, y la esperaban unos amigos.
que decirles de requiem?
bueno, está poblado por diferentes grupos....
algunos, como min o caro, que tienen una convicción estética y el gusto por cierto tipo de música
otros, que parecen salidos de un libro de Anne Rice
otros tantos, como yo, que disfrutamos de meternos por un rato en el personaje y mezclarnos en una fauna que nos es a medias ajena... (ya he ido varias veces)
y otros, como Alma (así dijo llamarse, y también dijo tener 19 años), que necesitan desesperadamente que los quieran, pero más que nada, necesitan quererse.
llegamos a la puerta (ahi, como en todos los boliches, se está en la puerta como hasta las 2 o 3 de la mañana. solo que en la puerta de requiem el clima es totalmente distinto al de otros boliches. por ejemplo, todos tienen por lo menos dos o tres conocidos que andan por ahí)
me presentó a sus amigos: pablo, la morocha infernal (SIC 2), y tres más que no puedo recordar cómo se llamaban.
después me enteré de que se habían conocido la noche anterior, y que casi todos llevaban varios días sin dormir
me dijeron que iban a entrar, que si iba con ellos. y bueh, ya que estaba, entré.
así que ahí estaba, rodeado de desconocidos, lejos de estar vestido para la ocasión y con dos diskettes en el bolsillo, metido en requiem. eso sí, para no desentonar con el estilo, tenía un pañuelo negro de Alma convenientemente atado en el antebrazo.
resumo. adentro perdí de vista a alma, y me dediqué a vagar por ahí un rato. hablé con una niña de 17 tiernos añitos que me contaba que acababa de pelearse con su novio, y cuando la cosa se ponía prometedora, vino un tarado amigo de ella y se entrometió en la conversación, dando por tierra con mis espectativas.
después me fui encontrando alternativamente con diferentes miembros del grupete, pero nunca con alma.
finalmente, cuando ya me estaba aburriendo de bailar solo, di con alma. estaba derrumbada en un sillón, durmiendo.
después de tratar infructuosamente durante 10 minutos de despertarla, y tras asegurarme de que su amiga, sentada al lado, se quedaría con ella, le dejé mi mail, y me retiré a mis aposentos.
llegué a mi casa a las 4:50 de la mañana, preguntándome cómo fue que yo había llegado de la parada del 105 con mi amigo, a conocer a toda esa gente, escuchar sus historias, y cargarlas ahora en mi Alma.
tal vez nunca los vuelva a ver. tal vez a ella sí. seguramente a pablo no. ni a los otros. y lo más probable es que en un par de semanas ni siquiera me acuerde de ellos.
pero esta noche, a pesar de tener una muy mala perspectiva de lunes de trabajo, me costó olvidarme de todos ellos y poder dormir