Ahi estaba ella. mi amiga. no. no mi amiga, casi mi amiga. conocida. amiga de una amiga. de una especie de amiga. ahi estaba. no mi amiga. una amiga de mi amiga. y tambien estaba mi amiga. y el novio de la amiga de mi amiga que no es exactamente mi amiga.
y ahi estaba el. el novio de ella. la que no es mi amiga. la amiga de mi amiga que es mas o menos mi amiga. el todo europeo. todo sonrisa y simpatia. a la europea.
y todo grandote.
y ella (la otra, la novia), me hablaba. me decia que dejara de vaguear, que ahora que nos encontramos podemos volver a salir (en grupo, claro), que que largo que tengo el pelo, que que bien lo tengo, que que envidia, que estoy flaco, que envidia...
y durante todo ese tiempo, sus senos firmes, imponentes, maravillosos, pedian a gritos que les diera mi atencion. jugaban una danza macabra con mis ojos furtivos.
queria mirar, y sabia que no estaba bien.
y eso, aun mas, me incitaba a mirar.
y su remera negra, traslucida, que dejaba entrever esa inquietante puntilla azul, contribuia al coctel malicioso que enredaba mi mente en nubes de prohibida ocsesion.y las ideas se me empezaban a embrollar. "me tengo que ir, no esta bien, pero como me gusta mirar, y el tipo me va a matar, se dara cuenta ella de que estoy mirando? no me digas cosas lindas!, y la otra que me conoce, y yo me tengo que ir de aca, pero que buena estas..."
y al final me fui.
bah, hui, escape, raje, antes de que su integridad fisica (y la mia, europeo mediante), empezara a correr peligro.
pero que buena esta...
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viernes, enero 09, 2004 | 12:41 a. m.