Es increíble como la presencia (/ausencia) del sexo nos (me?) distrae del amor y de los sentimientos
pero es que, como dijo una vez algún gallego de visita por acá (serrat, sabina?), "buenos aires es la única ciudad del mundo en la que se puede viajar en culo".
y claro, con la oferta que hay hoy en día para los ojos ávidos, como para mantener la mente concentrada en sufrir por amores contrariados...
además, están esas criaturas que portan organizaciones psicofísicas más que interesantes (un lomo infernal, o sea...) y se comportan como si no lo supieran...